17 octubre 2007

CURSO PSICOFARMACOLOGIA, NEUROTRASMISIÓN Y TERAPIAS BIOLÓGICAS

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El trabajo actual en psicología hace imprescindible el conocimiento de los diferentes instrumentos que los profesionales de las distintas disciplinas que forman parte de los equipos multidisciplinarios utilizan en su quehacer diario.

En este sentido la psicofarmacología constituye una de las herramientas básicas empleadas por los psiquiatras en el tratamiento de los diversos trastornos y que tiene una gran influencia en el estado clínico del paciente y puede presentar interacciones sobre las otras técnicas terapéuticas que se emplean, siendo una de las materias sobre la que los profesionales deben estar capacitados.

La era de la psicofarmacología moderna comienza, para algunos autores, a finales de la década de los cuarenta, con la publicación de la “Eficacia antimaníaca del litio” por John F. Cade, en 1949. Por su parte, en la década de los cincuenta, asistimos al nacimiento de lo que se ha denominado la "revolución psicofarmacológica", con la introducción de los tres grandes grupos farmacológicos aún hoy vigentes: los neurolépticos, los antidepresivos tricíclicos (ADTs) e inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAOs) y las benzodiazepinas.

Aunque el descubrimiento de las propiedades psicoactivas de estos primeros fármacos hay que enmarcarlo en el más puro azar, en la actualidad los psicofármacos constituyen parte importante del tratamiento de una diversidad de trastornos psicológicos.

Pero ¿A que denominamos psicofarmacología?

La psicofarmacología puede definirse como una disciplina científica centrada en el estudio de los fármacos que modifican el comportamiento y la función mental a través de su acción sobre el sistema neuro-endocrino. Se trata de un campo del saber que tiene un marcado carácter multidisciplinario, al agrupar el interés que comparten farmacólogos, bioquímicos, psiquiatras y psicólogos por el análisis de las sustancias que actúan modificando las funciones del sistema nervioso que se manifiestan en la conducta de los individuos.

Un psicólogo que esta tratando a un paciente al que se le ha prescrito una medicación tiene que saber para que sirve ésta, como actúa, que efectos secundarios tiene, que rango de dosis resulta el adecuado, que instrucciones se indican y como puede influir en la realización de otras técnicas de tratamiento. El conocimiento mutuo de los tratamientos empleados por distintos profesionales puede ayudar sin lugar a dudas, no solo a lograr una continuidad en el mismo, sino a facilitar sinergias y potenciaciones en sus efectos.

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